Una de las principales críticas que se le suele achacar a la arquitectura moderna es que en ocasiones sus proyectos son puras ‘cajas de zapatos’, y en pocos casos eso puede aplicarse de manera tan literal, pero sin el tono descalificatorio y ofensivo habital, como en este caso.

En este proyecto, el arquitecto japonés Jo Nagasaka logra, en tan solo 3 metros cúbicos, resolver todas las necesidades de habitabilidad de una vivienda, y aunque el aspecto sicológico queda un poco de lado, hay que reconocer el ingenio de su propuesta.


Gracias a un minimalismo extremo, este proyecto a pesar de lo reducido, se siente hasta amplio, y lo versátil que es en lo funcional tiene mucho que ver en ello. Por si fuera poco el proyecto puede considerarse también de tipo ecológico debido al mínimo impacto que causa en el entorno, y por lo sencillo de sus instalaciones.

Mención aparte merece el baño, al que se accede levantando un panel del piso, y que en una misma área une inodoro y ducha, de manera por demás simple e ingeniosa.
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