Un indescifrable temblor
sacude la sublime ternura
de tu rostro.
Ya no hay luz en tus ojos
ni color en tus mejillas.
Solo en el movimiento repetido,
de tus labios crece la vida.
¿Qué fantasma despiadado
inquietó tu espíritu?
¿Que lastimado sentimiento
puso en pie de guerra
a todo tu ser?
Fragmentos de dudas recorren
acompasadamente tú alma.
Solo yo puedo alejarlos.
Tengo mi amor insobornable,
imbatible, desesperado,
para devolver la luz a tus ojos
Si me dejas,
lo intento……
Lalo Cángaro
No hay comentarios.:
Publicar un comentario