Después de 10 años sin lograr que su Lamborghini clásico del ‘74 funcionará correctamente, Richard Moriarty decide poner en práctica una propuesta del arquitecto que diseñara su nueva vivienda: colgarlo de la pared.


Fleetwood Joiner, su arquitecto, tuvo el buen tino de anticiparse a Moriarty y contempló en su proyecto la ubicación más plausible para el Lamborghini y como posibilitar el que este entrara a la casa. La solución fue un tragaluz lo suficientemente grande para que el auto pasara por él, y que independientemente de que este se llegara a colgar o no de la pared, tuviera una función dentro del diseño general de la casa.

Después de cosa de una hora, y gracias a un servicio especializado de grúas, Moriarty logró ‘colgar’ su auto de la pared, y gracias al ingenio de Joiner, incluso pudo conectarlo a la red eléctrica para que todos los elementos del tablero, y las luces internas del auto pudieran encenderse para hacerlo ver más atractivo.
Así que si tienes por ahí un auto viejo y no sabes que hacer con el, porque no pruebas colgarlo de la pared, si a Moriarty le funcionó la idea, porque no habría de funcionarle a los demás.
Vía: L.A. Times
Así que si tienes por ahí un auto viejo y no sabes que hacer con el, porque no pruebas colgarlo de la pared, si a Moriarty le funcionó la idea, porque no habría de funcionarle a los demás.
Vía: L.A. Times
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